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LOS DAÑOS QUE CAUSA EL USO DE LA COMPUTADORA

danielconelpueblo | viernes, julio 29, 2011 | 0 comentarios

Por: DanielPaez


El uso repetitivo de la PC trae aparejada una serie de dolencias en las manos, la espalda y los ojos. Cómo evitarlos.Los usuarios intensivos de computadoras suelen declarar las maravillosas posibilidades que les brinda la informática. Por lo bajo, muchos también se quejan de las dolencias y malestares físicos a los que los expone el uso diario de la PC.
Fatiga e irritación en la vista, dolores en los hombros y en las muñecas, puntadas en la espalda, son moneda corriente en los sedentarios trabajadores modernos, y también entre los aficionados a la tecnología, Internet y los jueguitos electrónicos, que pasan horas frente al monitor.
"El cuerpo humano no está diseñado para usar computadoras", dice Andrés Volkheimer, docente de Biomecánica y Anatomía Funcional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. El problema no es tanto usar la computadora: sino utilizarla repetidamente, sin descanso, y en exceso.
Es que la mayoría de las lesiones tiene carácter progresivo. Esto significa que no se producen de un día para el otro, como un golpe (en términos médicos, un macrotrauma), sino que son consecuencia de una acumulación de "microtraumas" cotidianos que, al cabo de un tiempo, provocan dolor y otros síntomas.
Lo importante es prevenir a tiempo. Y no dejar de consultar a un médico en cuanto aparezca la primer señal de alerta.
Ojos que no ven
Luego de pasar horas frente a la pantalla es probable que sientas los ojos cansados e irritados. Quizás, pienses que el monitor es el responsable, y que puede provocar daños aún más profundos. En realidad, sobre la materia circulan más de un mito que impiden enfocar la verdadera dimensión del fenómeno.
"Nadie ha podido comprobar seriamente efectos permanentes en la visión por el uso de computadoras. En cambio, se puede decir que produce cansancio ocular similar al que produce leer papeles", explica Rafael Iribarren, médico oftalmólogo.
De hecho, según un estudio realizado por el Australian Occupational Health and Safety Comission (NOHSC), las radiaciones emitidas por un monitor son menores a las emitidas por un televisor color. Esto es, según la investigación del centro médico australiano, el riesgo de daño al ojo es menor frente a una computadora que frente a la TV.
La conclusión más importante es que, contra la creencia popular, los monitores no tienen potencial para provocar un daño irreversible en la visión. En realidad, muchas veces actúan como detonantes de defectos preexistentes, que el usuario desconoce o que pasan inadvertidos por la elasticidad del ojo para autoadaptarse (cualidad que se conoce como mecanismo de acomodación).
El uso de monitores durante largos períodos sí puede causar diversas molestias en los ojos, como fatiga visual, enrojecimiento y hasta visión borrosa y dolores de cabeza. Las razones son múltiples: el ojo humano está naturalmente diseñado para mirar de lejos y enfocar durante horas a una pantalla cercana provoca cansancio muscular; además las radiaciones del monitor ¿sumadas a una mala iluminación del lugar donde esté instalada la PC- provocan un contraste irritante entre la luminosidad del monitor y la del ambiente.
El uso de monitores, como todas las tareas que exigen grandes cuotas de atención visual, disminuyen la frecuencia de parpadeo, lo que produce sequedad ocular. En este caso, son útiles las gotas de lágrimas artificiales, para mantener los ojos frescos y lubricados.
Cuando las molestias son muy fuerte y llegan al estrés visual, las reacciones pueden incluir ¿en casos extremos- insomnio, náuseas, ansiedad y hasta problemas menstruales. Los médicos no dejan de advertir que, como en toda situación de estrés, la situación personal juega un rol decisivo.
Para lograr un buen uso del monitor, y evitar las molestias antes citadas, hay una serie de recomendaciones que es útil seguir:
  • Conservar una distancia prudente entre la pantalla y los ojos (45 a 70 cm).

  • Los monitores no deben sobrepasar la altura de la cabeza, ya que es más difícil converger y acomodar objetos que están mas arriba que la línea del horizonte.

  • Mantener el ambiente bien iluminado: una habitación en total oscuridad es tan dañina como una sobreiluminada.

  • Impedir el reflejo de la luz en la pantalla.

  • El tamaño de la letra también es un factor a tener en cuenta: debe tener por lo menos 2,3 a 3 mm de altura.

  • Hacer pausas en la tarea. Lo ideal es un descanso cada 45 minutos.

  • Mirar alternativamente a lo lejos para relajar la tensión en los ojos.

  • Si usa anteojos puede hacerles un tratamiento antireflejo.
    Uno de los accesorios más promocionados para resguardar a los ojos de las radiaciones y campos electromagnéticos son los filtros o protectores de pantalla. En realidad, la mayoría de los estudios desestima su utilidad.
    "Los nuevos monitores ya traen incorporadas las características de la mayoría de los filtros. Las pantallas ahora son mate y antirreflejo y se puede graduar el brillo y el contraste a placer del usuario", apunta Iribarren. "Algunos filtros tienen cable a tierra para evitar la corriente estática, pero con pasarle un trapo húmedo al monitor para sacarle el polvo, la estática desaparece. He visto una vez unos filtros muy caros que disminuyen la carga electromagnética del monitor, pero los monitores de baja radiación modernos no parecen precisarlos", completa el especialista.
    Jaque al mouse y al teclado
    Las actividades repetitivas son uno de los principales factores de riesgo. En inglés, a las dolencias de este tipo se las conoce como "repetitive strain injuries" (RSI), algo así como "heridas provocadas por un esfuerzo repetido". Escribir en la computadora puede transformarse en una de ellas.
    Si bien no es el malestar más común, el síndrome del túnel carpiano es uno de los más temidos. En la red hay miles de sitios que dan cuenta de esta dolencia, que suele aparecer por el uso inadecuado y excesivo del teclado.
    El túnel carpiano es un conducto por el que pasan los tendones de los músculos flexores de los dedos y el nervio mediano, que controla los dedos pulgar, índice y mayor. Comienza en el antebrazo, atraviesa la muñeca y finaliza en los dedos.
    Cuando se somete a la muñeca a un uso excesivo y repetitivo, flexionándola y extendiéndola constantemente -por ejemplo para tipear-, se produce una inflamación de los tendones y las vainas que los recubren (sinovitis o tenosinovitis), estrechándose el conducto y presionando sobre el nervio mediano.
    Los síntomas son dolor, calambres nocturnos y hasta pérdida de sensibilidad y fuerza en los dedos. En general se lo trata con kinesiología o antiflamatorios y, como último recurso, se recurre a la cirugía.
    La ciencia todavía no dio una explicación suficiente sobre los orígenes del túnel carpiano ni tampoco descubrió porqué, según indican algunos estudios, las mujeres representan el 80 por ciento de los casos. Entre las razones que desencadenarían esta lesión se mezclan factores médicos preexistentes ¿como diabetes, artritis o hipotiroidismo- con otros, como el uso masivo de las computadoras.
    "El teclado es un dinosaurio, diseñado en función de las necesidades mecánicas de las antiguas máquinas de escribir y que obedece a una configuración donde había que hacer mucha fuerza para tipear", se queja Carlos Pereyra, docente de la cátedra de Ergonomía de la Facultad de Diseño Industrial de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en Argentina.
    Pereyra sostiene que el teclado no respeta el ángulo natural de la mano, y que las letras de uso más frecuente "están dispuestas lejos del alcance de los dedos más hábiles".
    "Golpear" el teclado es algo común entre los usuarios de PC. Un estudio realizado en 1994 por el Centro de Ergonomía de la Universidad de Michigan para medir la fuerza que empleaban diez personas para activar las teclas reveló que en todos los casos la presión ejercida sobre ellas era entre 2.5 y 3.9 veces superior a la necesaria para que funcionaran correctamente.
    El esfuerzo en el manejo del mouse también trae lo suyo, ya que mantiene a la muñeca flexionada de manera constante y tensiona además, los músculos del cuello y hombro.
    Otras RSI típicas son la tendinitis (inflamación del tendón), quistes sinoviales (provocados por una inflamación del líquido sinovial, que es el que permite el desplazamiento sin fricción tanto de las superficies articulares de los huesos como de los tendones en sus vainas) y epicondilitis (codo de tenista), un dolor en el codo por el uso reiterado de los seis músculos externos del antebrazo que ayudan en la digitación.
    Algunas precauciones que se pueden tomar:

  • Ubicar el teclado a la altura de los codos o un poco mas abajo, para mantener los hombros y las muñecas relajadas.

  • El mouse debe estar lo más cerca posible del teclado, para reducir el esfuerzo de los músculos relacionados con su uso.

  • Colocar almohadillas de goma entre el teclado y el borde de la mesa, y luego del mouse, para que las muñecas descansen y no queden suspendidas en el aire.

  • Por la misma razón, es necesario apoyar los antebrazos mientras se escribe o se mueve el mouse.

  • Los teclados ergonómicos (los que están partidos al medio y tienen una leve elevación al medio) son ideales, porque respetan el ángulo natural de la mano, evitando posiciones forzadas.

  • No existe un único modelo de mouse. Los mejores son los curvos, donde la mano encaja con mas naturalidad.

  • Escribir con las dos manos para distribuir el esfuerzo.

  • No aplicar más fuerza de la necesaria sobre el teclado y el mouse: se trata de escribir, no de perforarlos.

  • Tomar descansos periódicos durante el horario de trabajo. Aprovechar algunos minutos para caminar y para hacer ejercicios suaves de rotación de muñeca.
    Cuestión de postura
    Cuando se escribe en la computadora, además de los músculos que se utilizan activamente para tipear, entran en funcionamiento otros que realizan tareas de estabilización y apoyo (como los de la espalda, cuello y hombros).
    Lumbalgias y cervicalgias (dolores en la columna lumbar y cervical) son frecuentes en las personas que tienen que permanecer mucho tiempo sentadas.
    Una postura deficitaria, sumada a la mala posición del monitor, el mouse y el teclado, son los causantes de las clásicas contracturas en el cuello, los hombros y la espalda.
    Una buena postura implica:

  • No hay que desparramarse sobre la silla. La espalda debe estar recta pero no rígida, apoyada completamente contra el respaldo, para que la tensión se descargue en forma homogénea. No son recomendables las sillas con respaldos cortos, que sólo cubren la región lumbar de la columna.

  • Los codos deben quedar doblados a una altura de 90 grados, con los hombros relajados. Muchos usuarios usan escritorios demasiado altos, que no favorecen una buena posición de los hombros.

  • Los pies deben estar apoyados en el suelo, para evitar que la tensión recaiga únicamente sobre la espalda. Los más petisos pueden ayudarse con una plataforma, siempre cuidando que la cadera esté a la misma altura que las rodillas para favorecer una buena circulación.

  • Colocá el monitor delante tuyo, y evitá tener que girar el cuello para ver la pantalla. Por la misma razón, en caso de tener que copiar un texto en papel, lo mejor es usar uno de los portapapeles o atriles que se enganchan en la pantalla. Un monitor inclinado, implica que el cuerpo permanezca rotado hacia uno los lados, con el lógico estrés de las articulaciones y músculos de la columna cervical.

  • La altura ideal del monitor indica que el borde superior de la pantalla debe coincidir con los ojos. Si está por arriba, o por debajo, se tensionan los músculos posteriores del cuello, provocando contracturas. Para poder lograr la postura correcta, es necesario contar con los muebles adecuados. Los mejores son los ajustables, que permiten adaptarse a las características y particularidades de cada usuario.

  • Por último, el espacio juega un rol fundamental a la hora de prevenir enfermedades y lesiones. Es indispensable que el lugar de trabajo esté bien iluminado, con luces que no estén ni detrás de la pantalla (porque encandilan), ni delante (se reflejan en el monitor), sino a los costados, y 
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