MARACAIBO, Venezuela – Los frecuentes bombazos en oleoductos en la frontera entre Colombia y Venezuela han originado que los ecosistemas de la región sufran de “peligro y vulnerabilidad”, de acuerdo con Nerio Romero, miembro de la ONG ambientalista Asociación para la Conservación del Lago de Maracaibo (ACLAMA).

La cercanía de los oleoductos colombianos a varias vías fluviales a lo largo de la región fronteriza hace que la situación ambiental sea particularmente grave para el Lago de Maracaibo. El lago de mayor extensión en América del Sur, con un área de 13.300 kilómetros cuadrados, se está deteriorando debido a los ríos contaminados con petróleo que fluyen a él desde Colombia, afirmó Romero.

“Los mayores ríos tributarios del Lago de Maracaibo, el Catatumbo, el Tarra y el Arauca, proceden de Colombia”, dice Romero, ingeniero y consultor ambiental de Maracaibo. “Nacen en las tierras altas de los Andes y otras cadenas de montañas y de modo natural corren hacia las tierras bajas de los alrededores del lago.”

Romero afirmó que “alrededor de 2002” ocurrió el primer caso de derrame de petróleo en el Lago de Maracaibo por causa de un bombazo en un oleoducto, en Colombia

“Antes de eso, nunca habíamos tenido ese problema”, señaló.

Los bombazos en oleoductos por parte de grupos terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) continúan en todo Colombia. Según cálculos realizados en 2009 por la compañía petrolera colombiana Ecopetrol, los bombazos en oleoductos han tenido un costo de unos US$ 2 mil millones.

El 3 de mayo, elementos de las FARC volaron una sección del oleoducto Caño Limón-Coveñas, operado por Ecopetrol y el conglomerado estadounidense Occidental Petroleum. El oleoducto, de 770 kilómetros, bombea 80.000 barriles diariamente en condiciones normales de operación, según el sitio en Internet de Ecopetrol.

El ataque del 1 de mayo originó que se derramaran unos 25.000 barriles de petróleo hacia los ríos que fluyen hacia Venezuela, según reportes de los medios. Éste fue el tercer ataque al oleoducto en este año, según Ecopetrol. El oleoducto fue reparado y puesto a funcionar de nuevo el 4 de mayo.

Pero la limpieza del petróleo derramado tomará mucho más tiempo.

“En un derrame de petróleo, se puede esperar recoger el 60%”, afirmó Romero. “De ese 60%, el 40% es material orgánico contaminado con petróleo y el 20% es petróleo líquido. Ésta es una operación extremadamente compleja.”

El Lago de Maracaibo tiene un historial de derrames petroleros que han amenzado su ecosistema, tales como el desencadenado en el complejo sistema de oleoductos del fondo del lago, que puso en peligro la subsistencia de docenas de pescadores el año pasado.

Los cultivos ilícitos también contribuyen al deterioro del medio ambiente de la frontera, particularmente en la Sierra de Perijá, una cadena de montañas ubicada entre Venezuela y Colombia, afirmó Pablo Colmenares, presidente de ACLAMA.

“Muchos ríos nacen en la Sierra de Perijá y desembocan en el Lago de Maracaibo”, añade Colmenares. “Estos ríos acarrean los pesticidas utilizados en los sembradíos de amapola y marihuana. Además de esto, en las aguas que fluyen al lago también están presentes fertilizantes y aguas negras que ocasionan la proliferación del alga Lemna SP (conocida también como “lenteja de agua”) en la superficie del lago.”

Esta alga ha dado una coloración verde al lago e impide el paso de la luz solar que la flora y la fauna que se encuentran debajo de la superficie necesitan para vivir, dijo Alberto Trujillo, investigador del Centro de Investigaciones del Agua de la Universidad del Zulia, en Maracaibo.

“El proceso de proliferación de esta alga depende directamente de la presencia de nutrientes en el agua”, concluyó Trujillo.