MILES MARCHAN EN CONTRA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Con el firme propósito de concientizar y sensibilizar a la ciudadanía sobre las agresiones físicas, verbales y psicológicas en contra de la mujer, cientos de hombres y mujeres se integraron ayer a una caminata que realizaron la Procuraduría General de la República y el Ministerio de la Mujer.

Las autoridades que dieron su apoyo al evento coincidieron en afirmar que el problema de la violencia en contra de las mujeres es cultural y que debe tratarse mediante la prevención por todas las instituciones y sectores de la sociedad, ejecutando acciones de educación, sensibilización y concientización para erradicar el problema.

El procurador general, Radhamés Jiménez, dijo que los esfuerzos que se han realizado han sido insuficientes y tampoco han dado los resultados esperados. Sin embargo, consideró que se deben crear otros espacios y otras estrategias.

Adelantó que junto a la Policía, el próximo año establecerán un cuerpo especializado para perseguir a los agresores.

Marcha en Santiago
Una multitud conformada por decenas de instituciones civiles y personas de diversas ocupaciones y municipios de la provincia de Santiago marchó con una sola voz que pedía Tolerancia Cero a la Violencia. La fiscal Yeni Berenice Reynoso, dijo que “esta marcha es una forma de decirle a la sociedad que sí nos importan los casos de violencia”.

Reynoso resaltó que “las mujeres no pedimos, exigimos que se respeten nuestros derechos; ya está bueno de tantas muertes”. Además exhortó a que no se nombren a los asuntos de violencia como “casos pasionales”.

También participaron el alcalde Gilberto Serulle, el gobernador Raúl Martínez y otras personalidades.

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LAS SOBREVIENTES DE LA VIOLENCIA EN SANTIAGO
En Santiago también marcharon contra la violencia a la mujer, donde participaron Cindy Aracena, una sobreviviente de la agresión de un vecino que la pretendía. 

El agresor que Aracena solo conoce como William, le propinó 17 puñaladas. Marcando sus pasos, también iba Yasmery Rosario, quien confesó que “era agredida tanto física como moralmente, y si no me hubiera separado de mi pareja hace tres años, fuera una víctima más”.

 Rosa Julia Pimentel decidió no ser una más de la “nómina” de víctimas y denunció al que hoy ve no como el padre de sus hijos, sino como un monstruo. En la muchedumbre, marchando hacia el Monumento, Susana Hernández compartía que caminaba por María, Josefina, por todas la mujeres asesinadas, mientras